El jardín en donde vivo con mi familia hace más de 21 años es, además de una buena hoja de práctica, un lugar en donde me gusta mucho estar.
Eso es lo que trato de generar en los jardines y espacios verdes que diseño. Que quienes vivan o lo recorran, se sientan a gusto, lo más posible.
Por un lado está el paisaje que rodea al jardín, por otro lado la arquitectura, y como figuras principales, los que lo van a habitar. Así, trato de armar ambientes que inviten a ser vividos, buena comunicación con la arquitectura y su entorno, y un espacio productivo al máximo, en el sentido más amplio de la palabra.
En casa, la huerta y los frutales ocupan un lugar muy importante, produciendo una cantidad generosa de alimentos para nuestra familia (a veces vecinos y amigos también). Hay también galerías para sentarse a compartir un asado, canteros con herbáceas perennes, flores de resiembra espontánea, y arbustos y árboles que generan interés en diferentes épocas del año. También un gran rosedal en donde producimos rosas para ramos y en donde probamos variedades nuevas.